viernes, 7 de agosto de 2009

SÍNTOMAS.

Me gustaría acertar describiendo correctamente los síntomas de mi enfermedad, sin términos médicos, porque no los conozco, ni me interesan, será una descripción de calle o de andar por casa, algo sencillo que se entienda y se comprenda.
Para mi es imposible coordinar un movimiento, y mucho menos con los brazos en aire, con los brazos apoyados en alguna parte, puedo coger algunas cosas, después de innumerables intentos, la mano derecha, cogida con la izquierda, se dirige al objeto, cuando va a llegar cambia el rumbo, y cuando lo toca se produce una especie de descarga eléctrica, y tengo que sujetarlo fuerte para que no salga disparado. Esas descargas se pueden producir en cualquier momento que tenga algo en la mano, algunas veces, son muchas seguidas, como si el brazo hubiera tomado vida propia. Los dedos se ponen rígidos solo con el contacto del objeto, y me pasa como a aquellos payasos de circo que intentan coger el sombrero, le dan con el pie y lo alejan, a mi me pasa lo mismo, le doy a las cosas con la punta de los dedos y lo alejo. Los líquidos los tomo con una pajita, no puedo tocar el vaso con las manos, vertería el líquido, cojo la pajita con los labios, y en los intentos muevo mucho la cabeza, me pongo muy rígido con el esfuerzo. Comer, para mi es el peor momento del día, porque para vivir necesito alimentarme, y la verdad, algunas veces no sé cómo. De alimentos con caldo, ni hablamos, cuando como con cuchara, como poco, ya que la cuchara llega casi vacía a la boca, la tomo con la mano derecha, sujeta con la izquierda, las muñecas apoyadas en el borde de la mesa, y no llevo la cuchara a la boca, llevo la boca a la cuchara, que al inclinarse vierte toda la comida, y por último, si hay suerte y buena puntería, terminará en la boca, si no, en la cara o en una oreja. Con el tenedor, la misma mecánica, a diferencia que del tenedor no se caen los alimentos al ir pinchados. De pan, como colines, porque el pan, pan, se me desmorona en las manos.
Con el soporte de una mesa este es mi comportamiento.
Todo mi cuerpo se agita con el temblor, soy como esos muñecos de muelles que se mueven nada más tocarlos. Estoy como electrificado, pero además con los cables pelados haciendo cortocircuitos por todos lados. Muevo la cabeza, los hombros, los brazos, las piernas, y yo creo que hasta los pensamientos se me mueven. La voz, se mueven las notas en el aire, bajas, muy bajas, confusas, muy confusas, pastosa y desagradable. Puedo ponerme de pie agarrado a alguna cosa, pero un instante, puedo dar unos pasos ayudado, no tengo equilibrio. Y en la silla de ruedas estoy muy bien, como los brazos van caídos los muevo menos, y no separando las manos de los aros, les doy bien.
Forzando la postura me pongo rígido y tiemblo mucho más, no me puedo peinar, ya que tengo que levantar los brazos. Un acto tan simple, para mi es un imposible.
Si consigo estar totalmente en reposo, incluidos los pensamientos, puedo estar casi quieto.
Pienso que, aunque sea en una pequeña porción, en todas las enfermedades hay componentes sicológicos que la agravan, ese dicho de “coger miedo” es cierto, a mi me pasa que si un día hago una cosa mal, al día siguiente me sale peor, como si la mente archivara sólo fracasos para sacarlos en el momento más inoportuno.
Mi cuerpo sólo tiene mal el sistema eléctrico, todos los demás sistemas funcionan perfectamente, o eso creo yo, y así será mientras pueda, pues no tengo ningún interés por saber de que me voy a morir, y total como mi enfermedad no tiene cura ni tratamiento, pues eso, para que me voy a amargar la vida.
Este soy yo, y esta es mi enfermedad, el nombre, no estoy seguro que sea el que tiene, eso se lo dejo a los profesionales, si creen que deben rebautizar, que lo hagan, pues entre 300 ó 400, alguno podrán elegir, y si no, que se quede con el que tiene, que más da, si total, no hay solución.
No, no he olvidado el nombre, es que no quiero influir.
Agradeceré cualquier remedio que pueda mantenerme tranquilo, pero, eso si, sin adormecer mi mente.

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